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Y RESPONDIO Job, y dijo:2
Hoy también hablaré con amargura; Que es más grave mi llaga que mi gemido.3
Quién me diera el saber dónde hallar á Dios! Yo iría hasta su silla.4
Ordenaría juicio delante de él, Y henchiría mi boca de argumentos.5
Yo sabría lo que él me respondería, Y entendería lo que me dijese.6
¿Pleitearía conmigo con grandeza de fuerza? No: antes él la pondría en mí.7
Allí el justo razonaría con él: Y escaparía para siempre de mi juez.8
He aquí yo iré al oriente, y no lo hallaré; Y al occidente, y no lo percibiré:9
Si al norte él obrare, yo no lo veré; Al mediodía se esconderá, y no lo veré.10
Mas él conoció mi camino: Probaráme, y saldré como oro.11
Mis pies tomaron su rastro; Guardé su camino, y no me aparté.12
Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más que mi comida.13
Empero si él se determina en una cosa, ¿quién lo apartará? Su alma deseó, é hizo.14
El pues acabará lo que ha determinado de mí: Y muchas cosas como estas hay en él.15
Por lo cual yo me espanto en su presencia: Consideraré, y temerélo.16
Dios ha enervado mi corazón, Y hame turbado el Omnipotente.17
¿Por qué no fuí yo cortado delante de las tinieblas, Y cubrió con oscuridad mi rostro?